Acto I, Don Ramiro, Angelina
«Un soave non so che»
Don Ramiro ha llegado a la casa de Don Magnifico y, para poder observar sin que nadie le reconozca, se hace pasar por un paje. La gente de la casa lo trata con desdén, pero la criada Angelina se muestra amable. Es en este momento cuando comienza a crecer el amor entre la futura pareja, que alcanza un momento de máximo voltaje con un largo dueto que comienza con timidez y cautela –se acaban de conocer y, naturalmente, les puede el rubor y la vergüenza–, pero que acaba disparándose a toda velocidad, en un perfecto ejemplo del bel canto endiablado típico de Rossini.
Acto I, Don Magnifico
«Miei rampolli feminini»
Don Magnifico no es el protagonista de esta ópera, pero por momentos lo parece: es el personaje al que Rossini da más arias y partes esenciales en números de conjunto. La cenerentola no deja de ser un obra bufa, y el típico bajo cómico debe tener un peso notable. En esta aria, Don Magnifico sueña con un futuro de riqueza ante la posibilidad de que una de sus dos hijas pueda casarse con el príncipe. El número es grotesco, en una línea muy parecida al aria de la calumnia del gran éxito anterior de Rossini, El barbero de Sevilla, y con resultados igual de espectaculares, ejemplo perfecto del poder de comunicación que tienen los números de bajo bufo en el bel canto del siglo XIX.
Acte II, Angelina, Don Ramiro, Don Magnifico, Clorinda, Tisbe y Dandini
«Questo è un nodo avviluppato»
Cuando se descubre que Angelina es la joven que ha seducido a Don Ramiro en la gran fiesta, el asombro se extiende por toda la casa de Don Magnifico. En este momento, Rossini escribe un sexteto en el que participan los personajes principales, construido a partir de una técnica, marca de la casa, el canto silábico. Cada nota se corresponde con una sílaba del texto, muy marcada y a un ritmo frenético, lo que le da a la música un carácter sincopado y cómico. Rossini había experimentado con esta técnica en óperas anteriores, pero es en La cenerentola donde firmó su mejor número con este estilo.